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Con la pela de punkta

 


La chica banda, aquella que mencionaba Café Tacvba y que observamos atentamente en 'La diosa del asfalto' (2019) de Julián Hernández, las protagonistas de la subcultura que desde La del Valle, Neza, Santa Fe y la colonia San Felipe de Jesús se convirtieron en una influencia formativa del desarrollo de la propia identidad del Distrito Federal. Tan parecidas en espíritu a las de Tijuana y a las que visitaban El bar 9 y el Tuti Frutti, tan diferentes en el acceso y la traducción del punk a la mexicana.

La constante ausencia de registro que podría hacernos pensar que su presencia solo se limitó a llevar flexi botas negras, los libros indican que tuvieron un papel menos activo y lejano de los escenarios, pero al sumergirnos en el archivode fanzines punk del Museo Universitario del Chopo y su propia herencia como espacio de reunión de colectivas y proyectos emergentes, no solo encontramos evidencias del movimiento, nos acercamos a la reflexión y acción política de las C.H.A.P.S. (Chavas Activas Punk’s) y la importancia de La Zappa a través de las canciones de Virginidad Sacudida y SS-20 (Secta Suicida Siglo 20).

La historia de las punks nacionales ha sido documentada desde la academia y a veces comentada en algunos medios alternativos, tanto Tere Estrada en 'Sirenas al ataque' como en 'Mujeres Rebeldes Cuerpo, feminidad y agencia en el movimiento punk de la Ciudad de México' de Tanja Wälty encontramos muchos datos para establecer un inicio y su continuidad a través de múltiples espacios culturales y contextos sociales.

Es tan importante el debut de Ángeles Martínez en T.N.T. como el estreno en México de 'Guerreras de Nueva York' ('Times Square', 1980) y la aparición de las imágenes de Debbie Harris y Wendy O. Williams en las revistas Conecte, Banda Rockera y Sonido. La cantante de 51 años, la perspectiva de un nuevo modelo de frontwoman y el dueto The Sleez Sisters enfundado en bolsas de basura (muy al estilo The Bags y los proyectos previos a The Go-Go's) se volvieron referentes, la actitud se filtró y movió las estructuras convencionales.



Desde las pandillas, las periferias o los viajes al extranjero con estatus de migrantes o turistas para regresar a México con los pelos de punkta, hablar de las mujeres en el género de ruptura de finales de los 70, implica también ingresar a contradicciones. Mientras los punks trataban de romper el sistema, al mismo tiempo replicaban la herencia de una sociedad tradicional.

Maritza Urteaga establece en el artículo 'Chavas activas punks: la virginidad sacudida' el desarrollo dentro de la pandilla, los movimientos culturales en la periferia del Distrito Federal a los que se suman las adolescentes y la formación de bandas integradas completamente por mujeres, además de la huella de Patricia Moreno “La Zappa” como vocalista, apoyando la apertura del Tianguis del Chopo e impulsando el registro de los documentales “¿Cómo ves?”, “Ciudad Adicta”, “La década podrida, Gritos Poéticos de la Urbe” y “Las chavas: El primer aullido”, muestras del punk en la capital

Si el punk en el Distrito Federal era una mezcla de expresiones de la periferia y los materiales que llegaban con la clase media-alta y las chavas punks en el escenario de Size, en Tijuana el género ingresa por la garita con otra actitud y la restructuración de sonidos desde el sur de California. La multiculturalidad de la ciudad a mediados de la década de los 80 impulsó una intensa escena de colectivos y fanzines que partieron de “la radicalidad profunda”, como la llamaba Sol-Ho Morales (sumamente activa como punk hasta su fallecimiento a mediados del 2021).

En 'Jóvenes excéntricas' la escritora Merarit Viera habla de las “rockeras fugaces”, las morras siempre presentes en los escenarios de Baja California, que dejan de cuidar la chamarra del novio para subirse a los escenarios para desafiar la identidad normativa, pero que al igual que las punks de la capital tienen que abandonar sus aspiraciones musicales. Es precisamente en ese contexto de intensa actividad colectiva donde surgen Julieta Venegas, Ceci Bastida, Las dikinis, The Leed y Keyla Zamarrón con Los Agresores ya en la década de los 90.

No podemos hablar de escenas completamente separadas, la dinámicas fronterizas tuvieron un gran impacto en las adolescentes que, al buscar alternativas al estilo de vida que les imponía la sociedad tradicional, encontraron familias alternativas o sustitutas en el Tianguis del Chopo. Los viajes a Tijuana en cierto modo le dieron vida a esas nuevas perspectivas e incluso a Virginidad Sacudida, la primera banda de punk integrada por mujeres en México. Andrea, Ana Laura, Laura y Zappa debutan en vivo en 1985 en el Frontón Bucareli, solo realizaron esa presentación, pero fue tan legendaria que aún se sigue comentando.

A mediados de los 80 Tijuana ya era un referente del punk, la influencia del hardcore de Estados Unidos con su evolución de la destrucción del “no futuro” hacia la “destrucción para construir” había pasado la frontera, impacto las acciones positivas que generaron colectivos como las Chavas Activas Punks, Las Guerreras , Las Gatas y Mujeres Rebeldes ya en la década de los 90. Las reuniones, las charlas, las obras de teatro, los eventos y los fanzines Sin Leyes, el de las CHAPS, Necrozine y otros proyectos femeninos como Interrogación X y Agonía, son producto de ese intercambio cultural California-Tijuana-Distrito Federal.

Aunque lo que sucede en los 90 es una continuidad, en realidad la narrativa de esa década se encuentra ligada al movimiento riot grrrl, bajo su influencia aparecen Doverman y Las Ultrasónicas en la capital mexicana, Violetas Violentas en Saltillo, Las Brujas y Undertakers en Monterrey, Lencería en Mexicali, Equis en Jalisco, Los espectros del Carmen en Chiapas y la primera banda de hardcore femenina Martha 26. En 2003 aparece Black Violentos (que se convertiría en Antizocial), en 2005 las Cerezas Podridas y le seguirían Bleesed Noise, Bloody Benders y Malaria. En 2007 Mujeres Rebeldes presenta el Manifiesto de las mujeres punks que un año después inspiraría al colectivo Las cirujanas y la organización del primer Femfest en Ciudad Universitaria.

Aunque es un género sumamente documentado en Estados Unidos y el Reino Unido, el punk todavía no termina de contar toda su historia en México. Seguimos esperando las películas sobre la propia Zappa (que se ha mostrado en fragmentos en FB), el filme sobre el Tutti Frutti donde veremos a Brisa Vázquez (antes de Los Ezquisitos) como la punk detrás de la barra y el muy mencionado proyecto de Laureana Toledo, pero así como esperamos mucho del futuro necesitamos pensar en en otros instantes, incluso deberíamos preguntar el impacto del personaje de Nina en la televisión mexicana.

Cuando Ariane Pellicer reflejó de 1981 a 1985 su realidad como parte del círculo cercano a Size y creó un homenaje a Nina Hagen, conectó a la televisión mexicana con un nuevo tipo de adolescente que se estereotipó toda la década de los 80. Sin embargo tenemos otra perspectiva, al observar que regresan las bolsas de basura y observamos la actuación sorpresa de Alice Bag y Belinda Carlisle con Las Pijamas, sabemos que las punks en México están desarrollando un espíritu más conectado con el pasado.


Publicado originalmente en Now Girls Rule!

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