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Transrevolution



Piensa en 1991, mientras la testosterona se celebraba con franela en Seattle, muy cerca de esa ciudad se gestaba uno de los movimientos más importantes de la década de los 90, dirigido por una serie organizaciones civiles, fanzines y bandas integradas por mujeres que hablaban de diversas situaciones con visceral brutalidad.

Arriba de la ola de riot grrrls en Olympia, contagiada en poco tiempo a lo largo de Estados Unidos, encontramos desde activistas hasta arribistas y cercos mediáticos, fueron tan solo unos años, pero la intensidad con la que se realizó el movimiento repercute hasta la actualidad, aunque ya no se le menciona con tanta frecuencia, notamos la aparición de proyectos de punk, funk y nuevo soul, además de nuevos métodos para difundir el feminismo a través de las ideas que aparecieron en los 90, “Revolution Girl Style Now!” y “Girls To The Front”, con la inclusión de nuevos temas: queer y trans.

Mientras parecía que en el resto del mundo surgían voces más estridentes para un movimiento que permanece en crecimiento, Olympia parecía dormida, hasta que llegó el reconocimiento de la cultura popular como un puñetazo asestado en solo ocho minutos por Girls Living Outside Society's Shit, el grupo que decidió poner el hardcore en la garganta para seguir los pasos de Bikini Kill y Sleater-Kinney, pero con nuevas experiencias de género.

G.L.O.S.S. definitivamente tenía algo que decir, lo revelaron con un demo de cinco canciones que sacudía el recuerdo de la canción 'Oh Bondage! Up Yours!' de X-Ray Spex: "Some people think little girls should be seen and not heard. But I think "oh bondage, up yours!". Con precisión y golpes directos a las entrañas, la vocalista Sadie Switchblade grita “they told us we were girls, so we claimed our female lives”, años de furia contenida en una sola línea.



Cuando lo femenino decían que no encajaba, apareció una banda que ponía una voz cercana al gruñido a chicas, queers e inadaptadas, hasta que sus integrantes se dieron cuenta que el punk que defendían no se trataba de volverse importantes o famosas. Con el comunicado de su separación, revivimos el recuerdo de Fugazi y Bikini Kill, sus razones para mantener ciertos silencios y aislarse mediáticamente, estableciendo claros sistemas de valores que no son negociables.

"Se supone que debe ser un reto para nosotros y para cada uno para ser mejores personas", explicaron las integrantes de G.L.O.S.S. en un comunicado de prensa. El quinteto hardcore de Olympia anunció su separación a través de Maximum Rocknroll, detallando todas las razones, entre las que mencionaron problemas de salud “mentales y físicos” que contrae “el operar a este nivel de visibilidad”.





La mencionada visibilidad llega con el ofrecimiento de un contrato de $50 mil dólares por parte de Epitaph, que desde los 80 nos brindó a Bad Religion y L7 y en los 90 a The Offspring, Pennywise, Alkaline Trio, Thursday, Descendents y Refused, pero que en los 00 para G.L.O.S.S significa una conexión con Warner Bros. Para la banda trans-feminista punk, que ganó gran atención a través de Bandcamp con el lanzamiento del EP 'Trans Day of Revenge' parecía una gran oportunidad para realizar su primer disco, sin embargo decidieron permanecer fieles a sus principios, donar las ganancias por el EP a la fundación Interfaith Works Emergency Overnight Shelter de su ciudad y ponerle fin a su historia en el estilo más punk que encontraron, Switchblade simplemente dijo: "no tenemos que brincar hacia su mundo, podemos crear uno nuevo".

Ese nuevo mundo incluye Dyke Drama, el proyecto solista de Sadie Switchblade, lanza el disco 'Up Against the Bricks', bajo los mismos términos de G.L.O.S.S, en Bandcamp y un sello independiente.


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